Entre cada ser y cada cosa hay una viveza que se percibe y que estalla entre los bordes desdibujados de mi blusa y mi pecho. La vestimenta condiciona directamente nuestra relación cuerpo-mundo, moldea la gestualidad, movimiento y el sentir del mismo. No soy un ser que está vestido, soy un ser vestido.
Pensar en la plasticidad de la ropa nos permite pensarnos también como seres materiales cuya carne es contenida en una tela stretch y por lo que prestar, rentar o compartir prendas de vestir con alguien más es invitarle a vivir nuestra piel, nuestro cuerpo. Podemos pensar en la ropa como un espacio, un dispositivo para el encuentro con los demás, que posibilita la aprehensión del mundo.
Darse con el otro, cómo diría Merlau-Ponty en la Fenomenología de la Percepción y cuya noción es estudiada a lo largo de esta investigación visual en proceso haciendo uso del fotoensayo de moda.
Realizado en Tabasco, México.
Equipo
Fotografía y dirección artística
Lety V
Estilismo
Karla González
Maquillaje y peinado
Ariadna Beltrán
Diseñadores
Elba Ulin
Mariam de la Paz
Modelos
Karla Flores
Citalli Montejo
