Texto: Guillermo Fonseca
Colaborador
Nunca había sido tan complicado sentirnos bien con nuestra apariencia
Cómo sentirse bonita nunca antes había sido tan complicado en la historia de la humanidad. Todos parecen tener la respuesta. Algoritmos. Creadores de contenido. Algoritmos presentándonos nuevos creadores de contenido. Y la respuesta a menudo nos encamina a tener que adquirir más conocimiento sobre qué exactamente nos hace bellos. Y nos empuja a cambiar nuestra imagen acorde.
¿Tú ya sabes si tu piel es cálida o fría o sigues usando colores que no favorecen la estación de tu piel?, ¿Ya empezaste a hacer yoga facial?, ¿Te sigues maquillando de strawberry girl?, ¿Acaso no escuchaste que eso ya no está en tendencia?
Ser bonita es algo que puedes lograr alcanzar (si corres lo suficientemente rápido).
Ayer era saber si eres una mujer primavera o mujer verano, hoy es saber si eres low visual weight o high visual weight, mañana será una nueva terminología que promueve quedarnos en un ciclo infinito de buscar la perfección. Consejos a menudo compartidos por gurús de estilo y belleza (a veces autoproclamados, pero siempre validados por su belleza convencional – después de todo, si una persona atractiva me da consejos sobre cómo ser más atractiva… debe saber de lo que está hablando, ¿no?)
Vídeo explicando las diferencias entre las distintas tipos de “Mujeres Primavera” (@mafmakeup en TikTok)
Para llegar a sentirse bonita en la era de algoritmos y contenido eventualmente uno tiene que aprender a nadar en el río de pensamientos: “Si tan solo absorbo la información de este vídeo, tal vez pueda llenar este vacío.”
Hasta que una nueva tendencia surja o un nuevo término para etiquetar y clasificar nuestra apariencia sea creado y repitamos el ciclo.
Zuri Aivar, de 24 años menciona: “Paso mucho tiempo expuesta a contenido de fashion & beauty y siempre termino detectando o cayendo en cuenta de que algo no me gusta de mi físico o apariencia. También me llego a sentir desactualizada, es como si por más que uno corriera por estar al día con las tendencias, nunca llegas a estar al día en nada. Apenas aprendiste a hacer el nuevo maquillaje viral tipo “latte makeup” o “clean makeup” y de pronto ya están pasados y lo nuevo es el “mob wife makeup”… y así todo el tiempo.”
En la era contemporánea no es imposible sentirse bello. Pero es imposible ser bello.
El constante flujo de información y actualización se asegura de que nos mantengamos deseando ser algo más. Siempre surgirá una nueva tendencia de belleza para susurrarnos al oído: ese look que te acabas de aprender a hacer, de hecho, ya es anticuado.
No hay nada más rentable que mantenernos como compradores que infinitamente gastarán tiempo y dinero en perseguir sentirse bellos.
Si bien, todo el tiempo, como humanos, estamos evaluando la belleza de otras personas y en turno, la nuestra, se ha vuelto mucho más normal que cosas no humanas nos digan qué tan bellos somos, o expliquen por qué si lo somos. Los algoritmos.
¿Ya sabes del 1 al 100 qué tan bello eres?
“A este punto, es evidente que a las personas bonitas simplemente las tratamos mejor.”
“A este punto, es evidente que a las personas bonitas simplemente las tratamos mejor.” Así comienza el vídeo “Cómo la alineación de la mandíbula influye en las percepciones sociales” de QOVES Studio. Un servicio de “consultoría de estéticas faciales”.
¿Por qué Margot Robbie es tan atractiva?” Vídeo que analiza sus rasgos paso a paso y explica por qué “a pesar de tener rasgos masculinos” Margot es una mujer atractiva.
Otros de sus vídeos presentados a su más de medio millón de seguidores llevan títulos como “¿El peinado favorece una cara bonita? | Lo que hace que una cara sea atractiva Ep. 12”, y naturalmente las celebridades no se escapan del escrutinio de lo que consideramos como bello hoy, con vídeos titulados “¿Qué hace atractivo a Timothee Chalamet? | Analizando rostros de celebridades Ep. 5”.
El modelo de negocio de este canal de YouTube es llevar a las personas a su sitio web, donde una inteligencia artificial ofrece una evaluación. Los precios inician en los US$150 para el reporte más básico y terminan en US$300 para un reporte de 24 páginas que desglosa cada uno de tus rasgos faciales y presenta imágenes editadas que luego puedes llevar a cirujanos plásticos.
“Comienza tu glow up”. Declara su sitio web.
Imágenes del Reporte de Muestra de QOVES Studio.
Mientras este tipo de servicios puede sonar futurista y algo alejado de lo que vemos a diario… solo basta abrir TikTok.
La belleza está en el ojo del algoritmo.
El impacto a largo plazo de la tecnología y de los algoritmos moldeando nuestras percepciones de lo que es bello, qué tan bellos somos y qué exactamente nos hace bellos… aún es un misterio.
Pero con 68.8 millones de usuarios en México, TikTok, una de las plataformas donde la belleza y algoritmos convergen, es un tema digno de explorar.
¿De dónde estamos obteniendo nuestros consejos de belleza? O mejor dicho, ¿de quiénes?
Para resolver está pregunta, daremos un vistazo rápido a cómo funciona el algoritmo de TikTok. La magia detrás de que un vídeo salga en tu For You Page.
TikTok basa su análisis en tecnología de reconocimiento facial. La tecnología de reconocimiento facial (FRT) es una forma de tecnología biométrica que analiza el mapa de puntos de referencia facial de una persona, como la ubicación de su nariz, ojos y boca, y lo compara con una variedad de otros mapas de puntos de referencia para identificar a alguien.
El reconocimiento facial es también un tipo de tecnología que acorde al National Insitute of Standards and Technology, es más propenso (de 10 a 100 veces más) a no poder identificar rostros de otra raza más allá de la caucásica. Y por ende, a simplemente descartar los vídeos de personas a las que no puede clasificar.
Si te preguntabas por qué la gran mayoría de los creadores de contenido populares son de belleza hegemónica o blancos, tal vez esta sea una respuesta.
En adición a esto, TikTok emplea un “algoritmo de belleza”, normalmente acuñado Facial Beauty Prediction.
Una inteligencia artificial es alimentada con imágenes de rostros que son considerados bellos y otros no tan bellos. Para luego calificar y clasificar todos los vídeos que son publicados en la plataforma.
En este sentido, por ejemplo, en mujeres el algoritmo califica mejor los rostros redondos, ojos grandes, labios grandes y narices pequeñas.
Y los rostros considerados bellos son los que deliberadamente se presentan a más personas.
Entonces, ¿de quién estamos obteniendo nuestros consejos – e ideales – de cómo se ve ser bello?
Normalmente, de personas que han sido calificadas y clasificadas como algorítmica (y hegemónicamente) bellas.
¿Cómo nos hace sentir scrollear infinitamente entre consejos de cómo ser más bellos?
“¿Me siento mejor después de estar mucho tiempo en redes? La verdad no. De hecho, a veces me siento molesta porque siento que está lejos de mí lo que estoy viendo, sin embargo hay como una especie de morbo en entender cuáles son las tendencias y [descubrir] cómo las puedo traer a mí.” menciona, Alejandra Niño, una investigadora de mercados de 43 años originaria de Colombia.
¿Alguna vez se detiene?, ¿Existe un momento en el tiempo en el que simplemente dejamos de ser susceptibles a los mensajes del contenido que consumimos? Posiblemente no.
“Hay un momento de decepción cuando te mueves tantito y se te quita el filtro.”
Lili, estudiante de Posgrado en Ciencias Biomédicas, 28 años.
“Hay ocasiones en las que abro la cámara para hacer una historia y ver a la cámara, ver signos de cansancio o quizás no estar en mi mejor momento, es un bajón de autoestima bastante importante.”
confiesa Lili, de apenas 28 años.
Cada persona es susceptible a diferentes mensajes y en la era de contenido hiper-personalizado, los algoritmos saben atender a nuestras inseguridades específicas. Sin embargo, Lili señala palpar un tema en especial, alrededor del vernos eternamente jóvenes. “Todo este tipo de contenido está centrado en ‘¡Vamos a vernos jóvenes!’ y ‘Si estás envejeciendo es por qué tú no estás haciendo algo al respecto’.”
Este sentimiento es también compartido por Alejandra Niño, quien recuenta: “[El contenido en redes sociales] me ha hecho cuestionarme si estoy en un momento en el que por la normativa social o porque es lo que sucede en las redes, ya estoy obligada a hacerme cierto tipo de tratamientos o tener la disciplina de hacer yoga facial y [lograr] verme sin una arruga…”
Pareciera que las distancias entre nuestras inseguridades se acortan cuando los algoritmos son los que se encargan de repartir los mensajes. La era del “contenido personalizado” es irónicamente, la de las inseguridades compartidas.
Si bien nuestra relación con la inteligencia artificial es ambivalente y complicada, por ponerlo de manera simple, estos elementos ya son parte de nuestro día a día. Intenta publicar una foto sin filtro o un retoque de cualquier tipo.
“Los filtros lo que hacen es mostrar un potencial que hay en mí.” señala niño. La inteligencia artificial (en forma de realidad aumentada en el caso de los filtros) actúa ya como una segunda capa de la realidad.
Como la promesa de ser algo más. De tener más likes. De vernos como la idea de lo bello. Al menos hasta que nos movemos y se quita el filtro, inevitablemente dejando un sentimiento de vacío.
“Cada día debemos ser más conscientes de lo que consumimos y no creernos o no engancharnos a ese discurso que [las redes sociales] nos están tratando de dar… Al final de cuentas, es para que consumamos cosas.” Comparte Lili.
¿Cuál será el impacto a largo plazo de ver nuestra imagen mediada, evaluada, clasificada y distribuida por algoritmos?
Aún no lo sé, mientras tanto, es momento de mi yoga facial.
Fotos: Cortesía